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Por Dr. Eric Madrid, doctor en medicina
La fibromialgia, denominada a veces síndrome de fibromialgia o FMS, es un síndrome de dolor crónico caracterizado por dolores musculares, dolor general y fatiga. Los dolores musculares, llamados mialgias, normalmente se dispersan y se sienten en todo el cuerpo. La fibromialgia afecta aproximadamente a 10 millones de personas en Estados Unidos. En todo el mundo, hay más de 100 millones de afectados, el noventa por ciento de los cuales son mujeres. Los estudios muestran que el 68 por ciento de quienes sufren fibromialgia han probado suplementos nutricionales para ayudar con sus síntomas.
La medicina convencional no ha descubierto todavía la causa específica de la fibromialgia. Muchos doctores de medicina funcional e integrativa creen que el problema se encuentra dentro de las mitocondrias, o las "centrales eléctricas" de nuestras células. Un caso de 2011 apoya esto al informar de un paciente con una enfermedad mitocondrial que al principio se diagnosticó como fibromialgia.
Aunque muchos consideran que la causa de la fibromialgia es desconocida, se sabe que los pacientes afectados de FMS tienen un 40 por ciento menos de coenzima Q10 en su sangre y menor actividad antioxidante.
Aquellos con FMS también tienen una menor cantidad de mitocondrias en sus células sanguíneas. Las mitocondrias son partes de nuestras células que nos dan energía fabricando la molécula energética adenosín trifosfato (ATP). Otros investigadores han notado que hay presente un sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado (conocido como sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado, o SIBO por sus siglas en inglés) en el 90-100 por ciento de los pacientes con fibromialgia. Muchos expertos creen que el SIBO, el intestino permeable y la baja producción de coenzima Q10 podrían estar involucrados en la causa de la fibromialgia.
Los pacientes con fibromialgia tienen con frecuencia otros problemas asociados. Estos incluyen migrañas, síntomas de colon irritable (hinchazón, dolor abdominal, diarrea o estreñimiento) y cistitis intersticial. También una queja muy común es el insomnio o problemas de sueño.
En los últimos 100 años, muchas empresas han creado miles de compuestos químicos que han sido tirados a nuestro suministro de agua, al aire e incluso a entornos domésticos. Todavía no tenemos una idea clara sobre cómo nos afectan muchos de estos compuestos químicos. Sin embargo, sabemos que muchos tienen consecuencias negativas para la salud, y la fibromialgia es probablemente una de ellas. Todas y cada una de las personas tienen elementos químicos tóxicos en su cuerpo, no hay forma de que podamos evitarlo completamente. Sin embargo, podemos intentar minimizar los efectos a largo plazo de la exposición a los elementos químicos.. Desintoxicar el cuerpo es crucial para fortalecerlo y que se cure. Obtén más información sobre cómo desintoxicar el cuerpo.
A muchas personas con fibromialgia se les han diagnosticado síndrome de colon irritable (IBS). Las pruebas sugieren que los problemas gastrointestinales podrían ser realmente la causa de la fibromialgia y no simplemente estar asociados a ella. Los estudios sugieren que el síndrome de colon irritado, o el sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO), tiene un papel en la fibromialgia. En 2004, el Dr. Mark Pimentel demostró en su estudio que los pacientes con más bacterias malas en su intestino tenían más dolores asociados con su fibromialgia. El Dr. Alex Vasquez también ha informado de que la proteína LPS (lipopolisacárido) de estas bacterias, cuando se inyecta a una persona, podría reproducir el dolor que sufren los pacientes con fibromialgia.
Evitar la comida procesada es extremadamente importante en cualquier problema crónico. Los alimentos procesados tienen elementos químicos que son extraños para el cuerpo humano (xenobióticos) y tienen efectos sobre nosotros que no comprendemos totalmente. Estos incluyen los conservantes y colorantes alimentarios.
Consumir una dieta alta en frutas y verduras es una buena forma para comenzar. Si es posible, se deberían adquirir frutas y verduras sin pesticidas (orgánicas). También, consume carne que haya sido alimentada principalmente con hierba, sin antibióticos y sin hormonas. Aunque esto puede ser más caro de entrada, tiene el potencial de que ahorres gastos si ayuda a prevenir problemas de salud crónicos y mejorar tu calidad de vida.
También se deberían evitar los edulcorantes artificiales y el MSG. Se ha informado de que el aspartamo (Nutrasweet) no solo induce las migrañas, sino que también está asociado con otros problemas neurológicos. Los estudios han mostrado mejoría en los síntomas de la fibromialgia en aquellas personas que eran sensibles al aspartamo y al MSG (glutamato monosódico) cuando se eliminaron estos elementos químicos de la dieta.
Un estudio de 2017 en Nutrición Hospitalaria demostró que quienes tenían fibromialgia y consumían una dieta baja en FODMAP habían reducido el dolor asociado con la fibromialgia. Una dieta baja en FODMAP puede ayudar con frecuencia a mejorar la digestión de las personas con IBS e intestino permeable.
Se ha demostrado que el ejercicio es útil para quienes sufren fibromialgia. Diversos estudios han confirmado que el ejercicio aeróbico ayuda a reducir los niveles de dolor al mismo tiempo que mejora la capacidad funcional global. El ejercicio ayuda a mejorar la salud mitocondrial.
En mi opinión, la medicación debería ser un último recurso, solo tras haber hecho suficientes cambios en la dieta y en el estilo de vida y se demuestre que son insuficientes. Las medicinas no están diseñadas para "curar" la fibromialgia, sino para permitirte vivir cómodamente mientras tomas la medicación indefinidamente.
Los medicamentos para la fibromialgia aprobados por la Administración Federal de Medicamentos incluyen:
Duloxetina (Cymbalta): 60 mg al día. El coste en Estados Unidos es de $320 dólares para un mes.
Pregabalina (Lyrica): de 150 a 225 mg, dos veces al día. El rango de precio en Estados Unidos es de entre $415 y $445 dólares.
Milnaciprán (Savella): 50 mg, dos veces al día. Cuesta $397 dólares en los Estados Unidos.
Otras medicinas no aprobadas por la FDA y que se utilizan frecuentemente son la gabapentina, amitriptilina y la fluoxetina. Estos medicamentos son genéricos, menos caros y muestran beneficios similares.
La fibromialgia se trata frecuentemente con narcóticos (opiáceos) a pesar de que no hay absolutamente ninguna prueba de sus beneficios. De hecho, los narcóticos podrían ser más dañinos y parecen incrementar los niveles de dolor generales a largo plazo. Los opiáceos incluyen el tramadol, fentanilo, hidrocodona, oxicodona y la morfina.
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Según el Colegio Americano de Reumatología: "Aunque no se recomienda como el primer tratamiento, se puede utilizar el tramadol para tratar el dolor de la fibromialgia. Este analgésico es un narcótico opioide. Los médicos no aconsejan el uso de otros opioides para tratar la fibromialgia. Esto no es por el temor a la dependencia. Más bien, las pruebas sugieren que estas medicinas no proporcionan un gran beneficio a la mayoría de personas con fibromialgia. De hecho, pueden causar mayor sensibilidad al dolor o que este persista. |
Se ha demostrado que diversos complementos son útiles para aliviar los síntomas de la fibromialgia. Muchos toman un complemento cada vez, no notan diferencia y entonces dejan de tomarlo. Los complementos pueden tener un efecto sinérgico. Aquellos que tienen éxito, con frecuencia empiezan con un suplemento, añaden un segundo y quizá un tercero hasta que notan una mejoría. Por encima de todo, es importante centrarse en los cambios en la dieta y el estilo de vida, como vimos anteriormente.
Vitamina D- Un síntoma común de la deficiencia en vitamina D es el dolor muscular y del cuerpo. Los estudios muestran que aquellos con fibromialgia tienen menores niveles de vitamina D comparados con sujetos de control. Un estudio de 2017 en Clinical Rheumatology mostró que los que tenían fibromialgia tenían menos dolor cuando se reemplazaba la vitamina D. Muchos otros estudios han mostrado resultados similares. Corregir la deficiencia de vitamina D es esencial antes de diagnosticar la fibromialgia puesto que la baja vitamina D también provoca dolores musculares. Dosis recomendada: 2000 - 5000 UI al día. Más información acerca de la vitamina D.
Magnesio - Los estudios han demostrado que el magnesio, un relajante muscular natural, puede ser útil para quienes tienen fibromialgia. Un estudio de 2013 en Rheumatology International desveló que el citrato de magnesio oral reducía el dolor en los pacientes con fibromialgia. Además, un estudio de 2015 en el Journal of Integrative Medicine demostró que cuando se aplicaba cloruro de magnesio a la piel, se reducía el dolor. Algunos estudios también han mostrado que podría ser útil una combinación de magnesio y ácido málico. El magnesio está disponible en cápsulas, atomizadores y en loción. Dosis oral recomendada: quelato de magnesio, de 125 a 500 mg o según se indica el prospecto.
Melatonina- La melatonina es la hormona del sueño que segrega cada noche la glándula pineal. Esta hormona tiene ventajas antioxidantes además de promover un sueño descansado. En 2016, un estudio en Pain and Therapy demostró que la melatonina podría ayudar a reducir el dolor debido a la fibromialgia. Un estudio de 2015 mostró beneficios similares. Dosis recomendada: melatonina, de 3 a 10 mg cada noche.
Coenzima Q10- La disfunción mitocondrial es una teoría popular para la causa de la fibromialgia y probablemente contribuya a sus síntomas. Se realizó un estudio en 2012 en PLOS ONE que demostró que los pacientes de fibromialgia tenían baja coenzima Q10 y que complementar ayudaba a reducir los dolores de cabeza en esos pacientes. Un estudio de España descubrió que las mujeres con fibromialgia que tomaron CoQ10 con una dosis diaria de 300 mg notaron una mejoría en sus síntomas. Dosis recomendada: CoQ10, de 100 a 300 mg al día.
SAM-e- Hay un estudio doble ciego controlado por placebo de 1991 que demostró que SAM-e podría ser útil para quienes sufren fibromialgia. Dosis recomendada: SAM-e, 800 mg al día.
Tiamina (vitamina B1)- Unos cuantos estudios han mostrado los beneficios de la tiamina para los pacientes con fibromialgia. En 2013, un estudio de BMJ Case Reports mostró una mejoría de los síntomas de la fibromialgia cuando se comenzó a complementar con 300 mg al día para empezar e incrementando hasta 1800 mg al día.
5-Hidroxitriptófano (5-HTP)- Un estudio de 1990 en el Journal of International Medical Research mostró que el 5-HTP podría mejorar los síntomas de la fibromialgia. Un estudio de 1992 mostró unos beneficios similares. Dosis recomendada: según indica el prospecto.
L-carnitina- Este complemento puede ser útil y puede reducir los síntomas relacionados con el dolor del síndrome de fibromialgia según un estudio de 2007. Dosis recomendada: según indica el prospecto.
Espirulina- Un pequeño estudio mostró que la espirulina podría ser útil para reducir los síntomas de la fibromialgia. Esto es posiblemente debido a su capacidad prebiótica (alimento para las bacterias buenas de los intestinos) y su capacidad para desintoxicar el cuerpo y limpiarlo de toxinas.
Los aceites esenciales se pueden aplicar tópicamente en las articulaciones y músculos doloridos. Los aceites recomendados para la fibromialgia son franquincienso, gualteria, lavanda, romero, clavo y manzanilla. Conoce mejor los aceites esenciales y sus beneficios.
Los masajes, el yoga, la acupuntura, el chi kung y la medicina tradicional china son otros caminos terapéuticos que los pacientes de fibromialgia han tomado para ayudar a mejorar su calidad de vida y deberían incluirse en tu viaje hacia el bienestar.
En general, la fibromialgia es un problema muy difícil que causa sufrimiento a muchas personas. Lo más importante es restaurar el equilibrio y buscar la salud. Se aconseja evitar alimentos que empeoren el problema y consumir una dieta rica en frutas y verduras. También podría ser útil una dieta de eliminación; comienza eliminando los lácteos, el gluten y los productos basados en el maíz. Los narcóticos pueden hacer sentirse mejor a una persona, pero a largo plazo, empeorar el dolor de la fibromialgia. Los estudios han demostrado que el ejercicio es útil, posiblemente debido a su producción de mitocondrias adicionales y su capacidad de reducir la inflamación crónica. Los suplementos también podrían ser muy útiles. Considera empezar con el recambio de vitamina D en primer lugar, y después añade un suplemento adicional cada una o dos semanas hasta que mejoren tus síntomas. Come sano, piensa sano y sé sano.
Referencias:
