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Por Dr. Michael Murray, médico naturópata
La L-arginina es un aminoácido que desempeña un papel vital en la cicatrización de heridas, las reacciones de desintoxicación y las funciones inmunológicas, y promueve la secreción de varias hormonas, incluidas el glucagón, la insulina y la hormona del crecimiento.
La L-arginina también juega un papel clave en los vasos sanguíneos en la formación de óxido nítrico, una sustancia química clave utilizada por el cuerpo para determinar el tono de los vasos sanguíneos. En concreto, el óxido nítrico ejerce un efecto relajante en los vasos sanguíneos, mejorando así el flujo sanguíneo.[1]
La suplementación con L-arginina se utiliza frecuentemente como suplemento de nutrición deportiva para favorecer la salud cardíaca y vascular. Sin embargo, los resultados de estudios clínicos en humanos aún tienen que demostrar de manera consistente que la suplementación con L-arginina, incluso en dosis superiores a 3 g diarios, proporciona beneficios.
La L-arginina se encuentra naturalmente en muchas nueces y semillas y también en la carne, los mariscos y la soja. Incluso cuando la ingesta dietética es insuficiente, normalmente el cuerpo produce suficiente L-arginina para cubrir la demanda. Sin embargo, en algunos casos, el cuerpo puede necesitar apoyo adicional mediante suplementos para satisfacer sus necesidades.
La L-citrulina ha demostrado resultados muy positivos como precursor de la L-arginina. L-citrulina es un aminoácido único que se encuentra de forma natural principalmente en la sandía. En el organismo, la L-citrulina se transforma en L-arginina.[2-5]
Se ha demostrado que la suplementación con L-citrulina es más eficiente que la L-arginina para elevar los niveles de L-arginina en el cuerpo. En consecuencia, la L-citrulina es mucho más eficaz a la hora de respaldar y producir resultados clínicos positivos. La L-citrulina ha superado en popularidad a la L-arginina como suplemento deportivo y se incluye en muchos productos combinados.[2-5]
En estudios experimentales, se ha demostrado que la complementación con L-arginina tiene influencia en la producción de la hormona del crecimiento, el flujo sanguíneo, la función mitocondrial y el metabolismo energético. Todos estos efectos pueden beneficiar a los atletas y a otras personas. Sin embargo, los resultados de los ensayos clínicos en humanos muestran pocos beneficios de la suplementación con L-arginina para mejorar el rendimiento físico. Por el contrario, la L-citrulina ha mostrado resultados positivos en muchos estudios doble ciego en humanos.[1-5]
La mayoría de estos estudios muestran que la suplementación con L-citrulina en una dosis típica de 2.4 a 6 gramos al día puede mejorar la fuerza, la potencia y la resistencia durante el ejercicio de resistencia de alta intensidad.[2-5] La resistencia en los ejercicios de entrenamiento de fuerza se define como las repeticiones necesarias para llegar al fallo y producir una repetición más. En el entrenamiento de fuerza, ejercitarse hasta no poder hacer una repetición más se considera la forma más potente de estimular el crecimiento muscular. Por lo tanto, la capacidad de la suplementación con L-citrulina para aumentar la cantidad de repeticiones antes del fracaso se considera un efecto muy beneficioso.
Si bien no todos los estudios con suplementación de L-citrulina en medicina deportiva han mostrado beneficios, varias revisiones de todos los datos actuales han concluido que la suplementación de L-citrulina beneficia significativamente el rendimiento de fuerza y potencia de alta intensidad.[2-5] La suplementación con L-citrulina también ha mostrado algunos efectos en la reducción del dolor muscular después del entrenamiento con pesas.[6] Pero no mejora la resistencia al ejercicio aeróbico.[7]
Uno de los usos más populares de la L-arginina ha sido promover la secreción de la hormona del crecimiento por la glándula pituitaria. La hormona del crecimiento es responsable de estimular el crecimiento muscular y esquelético.
Los físicoculturistas suelen utilizar suplementos de L-arginina para intentar aumentar la producción natural de la hormona del crecimiento. Parece haber cierta base para este uso con algunas advertencias. Está bien aceptado el efecto de la L-arginina sobre el aumento de la producción de la hormona del crecimiento. De hecho, medir los niveles de la hormona del crecimiento en la sangre después de la administración de L-arginina por vía intravenosa se utiliza para evaluar si un niño o un adulto secreta suficiente hormona del crecimiento. La suplementación con L-arginina (10 g por día) aumentó ligeramente la secreción de la hormona del crecimiento en hombres adultos más jóvenes.[8] Sin embargo, la suplementación con L-arginina no parece mejorar la liberación de la hormona del crecimiento en sujetos de mayor edad. Incluso con 15 g por día, la L-citrulina no elevó los niveles de la hormona del crecimiento en hombres sanos.[9]
Se ha demostrado que la suplementación con L-arginina es beneficiosa para apoyar la salud del corazón y los vasos sanguíneos. Al aumentar los niveles de óxido nítrico, la suplementación con L-arginina mejora el flujo sanguíneo, reduce la formación de coágulos sanguíneos y mejora la fluidez de la sangre (se vuelve menos viscosa y, por lo tanto, fluye con mayor velocidad por los vasos sanguíneos).
Nuevamente, la L-citrulina ha producido mejores resultados en ensayos clínicos en humanos. Esto se ha demostrado claramente en ensayos en humanos, mostrando que la L-citrulina o los extractos de sandía ejercen mejores efectos que la L-arginina para apoyar el control de la presión arterial. Además, la L-citrulina parece tener mejores resultados a la hora de restaurar la flexibilidad de la pared de los vasos sanguíneos.[5]
El óxido nítrico es una señal fisiológica necesaria y crítica para producir un pene erecto. Según los resultados de un estudio reciente, resulta que muchos hombres que padecen disfunción eréctil tienen niveles sanguíneos bajos de L-arginina y L-citrulina en comparación con los hombres que logran la erección del pene con mayor facilidad. Los niveles bajos de estos aminoácidos también están asociados con un menor flujo sanguíneo a través del tejido eréctil. Se cree que la capacidad reducida para lograr una erección y el insuficiente flujo sanguíneo peneano son el resultado de una reducción de la producción de óxido nítrico debido a los niveles bajos de L-arginina y L-citrulina.[10]
En un ensayo clínico en humanos, se demostró que la suplementación con L-citrulina (1.5 g por día durante un mes) mejora la puntuación de dureza de la erección. Sólo el 8.3% de los hombres que tomaron el placebo lograron una puntuación promedio de dureza de la erección, mientras que el 50% de los hombres que tomaron L-citrulina lograron este nivel. El número promedio de relaciones sexuales por mes aumentó de 1.37 al inicio del estudio a 2.3 después de la suplementación con L-citrulina.[11]
También se han realizado varios ensayos clínicos que utilizaron L-arginina combinada con extracto de corteza de pino o L-citrulina combinada con resveratrol, que también han mostrado resultados positivos.[12,13]
Referencias:
